jueves, 13 de marzo de 2014

Rehabilitación social: Byron Titus at TEDxGuatemalaCity

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miércoles, 12 de marzo de 2014

Objetivos de Desarrollo Sustentable para la gente y el planeta

Objetivos de Desarrollo Sustentable para la gente y el planeta

Publicado el 9 de abril, 2013 
Foto: My Visita Iglesia / www.everystockphoto.com
En el marco de las reuniones conducentes a la formulación de los Objetivos de Desarrollo Sustentable (ODS), un grupo de científicos, liderados por David Griggs, publicó un artículo en la Revista Nature planteando la necesidad de formular seis ODS que vinculen erradicación de la pobreza con la protección de la biósfera[1]. De acuerdo con ellos, no bastaría con simplemente extender los ODM pues las trasformaciones que está sufriendo el planeta como consecuencia de la acción de los hombres ponen en duda las posibilidades de realización del concepto mismo de desarrollo. Los autores proponen que al combinar los ODM con objetivos de preservación de la biósfera, puede resolverse el conflicto entre metas de desarrollo individual tales como el acceso a la energía, y objetivos ambientales como la prevención del cambio climático.

Hacia el Antropoceno

La Agenda post-2015 no puede centrarse únicamente en la reducción de la pobreza. Tampoco puede ser una simple extensión de los ODM. Para ser efectiva debe considerar que el funcionamiento de la Tierra es un requisito para el desarrollo de la sociedad y que la acción del hombre está produciendo un cambio ambiental de tal magnitud que nos ha empujado hacia una nueva era geológica: el Antropoceno.
A partir de esta observación los autores proponen reformular el paradigma de los tres pilares del desarrollo sostenible –económico, social y ambiental- sobre el que se fundan los ODM y reemplazarlo por un concepto anidado que conciba la sociedad de la economía global de servicios como inserta en un soporte vital: el sistema-Tierra. El desarrollo sustentabledebiese por lo tanto ser definido no solo como “el desarrollo que satisface las necesidades del presente sin comprometer la habilidad de las generaciones futuras para satisfacer sus propias necesidades”, sino como “aquel que satisface las necesidades del presente a la vez que salvaguarda el sistema-Tierra, del que depende el bienestar de la presente y de las futuras generaciones”.
De seguir aumentando, la presión que ejerce la humanidad sobre el ambiente podría desencadenar cambios extensos, abruptos y posiblemente irreversibles a ciertos procesos básicos del sistema-Tierra. Déficit de agua, climas extremos, un empeoramiento en las condiciones de producción de los alimentos, pérdida de ecosistemas, acidificación de los océanos y un aumento en el nivel del mar son peligros reales que podrían amenazar el desarrollo y desencadenar crisis humanitarias en todo el mundo. Para prevenir esto es necesario transitar hacia estilos de vida más sustentables.
Para fijar metas y objetivos apropiados para el desarrollo sustentable, deben identificarse las condiciones ambientales necesarias para un desarrollo humano próspero y fijarse ciertos límites para la preservación de la biósfera. Los autores identifican los límites de nueve procesos del sistema-Tierra, conocidos como “límites planetarios”: el cambio climático, el factor de pérdida de biodiversidad; la interferencia con el nitrógeno y los ciclos de fosfato, la disminución del ozono estratosférico, la acidificación de los océanos, el uso del agua dulce global, los cambios en el uso del suelo, la contaminación química y la carga atmosférica de aerosol. Estos “límites planetarios” constituyen una frontera cuyo traspaso supone un riesgo para las posibilidades del desarrollo.
A partir de la adaptación del trabajo sobre los límites planetarios, basándose en estudios científicos recientes y considerando las tendencias internacionales –tales como la Convención Marco sobre el Cambio Climático-, los autores extrajeron una lisa de “imperdibles” de la sustentabilidad. Los combinaron con los ODMs, actualizaron y extendieron hasta el 2030 para producir seis Objetivos de Desarrollo Sustentable (ODS): vidas y medios de vida prósperos, seguridad alimentaria sustentable, seguridad del agua sustentable, energía limpia universal, ecosistemas sanos y productivos, y gobernabilidad para sociedades sustentables. Los principios rectores siguen siendo la reducción de la pobreza y el hambre, el mejoramiento de la salud y el bienestar, así como la creación de patrones de consumo y producción sustentables.
Objetivo 1: Vidas y medios de vida prósperos
Acabar con la pobreza, aumentar el bienestar mediante el acceso a la educación, el empleo y la información, mejorar salud y vivienda, reducir desigualdades e impulsar la producción y el consumo sustentables.
Objetivo 2: Seguridad alimentaria sustentable
Terminar con el hambre y lograr la seguridad alimentaria de largo plazo –incluyendo una mejor nutrición- por medio de sistemas de producción, distribución y consumo sustentables.
Objetivo 3: Seguridad del agua sustentable
Lograr el acceso universal al agua potable y a los servicios sanitarios y asegurar su asignación eficiente por medio de un manejo del agua integrado.
Objetivo 4: Energía limpia universal
Mejorar el acceso a energía limpia universal y a bajo costo que minimice la contaminación local y los daños a la salud a la vez que mitigue el calentamiento global.
Objetivo 5: Ecosistemas sanos y productivos
Mantener la biodiversidad y los servicios del ecosistema por medio de una mejor gestión, valuación, medición, conservación y restauración.
Objetivo 6: Gobernabilidad para sociedades sustentables
Transformar la gobernabilidad y las instituciones en todos los niveles para  abordar las otras cinco metas del desarrollo sustentable.
El marco de los ODS incorpora los trade-offs y maximiza las sinergias entre los distintos objetivos. Puede ser implementado tanto a nivel internacional como a escala de las ciudades. Integra dimensiones sociales, económicas y ambientales y provee una guía para la prosperidad de la humanidad en el largo plazo. Propone un número reducido de metas lo que resulta esencial para mantener el foco, sin desmedro de lo cual, otras basadas en las seis centrales podrían ser agregadas.
Para los autores, el primer paso que deben dar quienes formulan políticas públicas es la adopción de un marco ambiental y social unificado para los ODS, de manera que los actuales avances en el desarrollo no se pierdan por la incapacidad del planeta de seguir funcionando para el beneficio de la población global.

[1] La versión completa de este artículo fue publicada por Griggs, David, Mark Stafford-Smith, Owen Gaffney, Johan Rockström, Marcus C. Öhman, Priya  Shyamsundar, Will Steffen, Gisbert  Glaser, Norichika Kanie and Ian Noble (2013) bajo el título de “Sustainable development goals for people and planet” en  Nature 495, (7441): 305–307. Traducción y resumen a cargo de Humanum.

El rol de los municipios y sus ciudadanos en la seguridad ciudadana

El rol de los municipios y sus ciudadanos en la seguridad ciudadana

Publicado el 11 de marzo, 2014 | 
Foto: Just_jeanette / Flickr bajo licencia Creative Commons
Foto: Just_jeanette / Flickr bajo licencia Creative Commons
Independientemente de la autonomía política o financiera, todos los municipios de la región tienen algo en común: su proximidad a la realidad de vida de la ciudadanía y a las particularidades del crimen existentes a nivel comunitario. Por esta razón,  los municipios pueden hacer más de lo que han venido haciendo en materia de seguridad ciudadana. Muchos países -como por ejemplo Colombia, Brasil, El Salvador y Honduras- han descubierto ya elpotencial del impacto directo de las acciones de control y de prevención del delito a nivel comunitario, y han estado trabajando a nivel local con diferentes abordajes.
Al mismo tiempo, los habitantes de los municipios se han organizado y están demandandociudades más seguras. Dicha demanda es más fuerte a nivel comunitario donde la población está más cercana a sus líderes y por ende tiene más facilidad para hacerse oír. Así mismo, anivel local hay una mayor facilidad de ajuste de las políticas públicas a las realidades y demandas reales de la ciudadanía.
Hay que tener en cuenta que la incidencia del delito tiene variaciones no solamente de un país a otro sino también de una ciudad a otra, incluso, de un barrio a otro.  Como se ve en el mapa del municipio brasileño de Belo Horizonte -a continuación-, los homicidios ocurren en lugares específicos adentro de la ciudad. Conocer estas especificidades ayuda a una construcción más efectiva de políticas, programas y campañas.
Fuente: Informe de Desarrollo Humano: la seguridad ciudadana con rostro humano, PNUD, 2013, página 52.
Fuente: Informe de Desarrollo Humano: la seguridad ciudadana con rostro humano, PNUD, 2013, página 52.
Así como un medicamento surte efecto cuando se aplica a la enfermedad específica para la que está prescrito, las medidas para reducir la violencia funcionan mejor cuando se conocen previamente las características del crimen en el territorio a través de la evidencia (registros oficiales o bien encuestas de victimización y percepción). El diagnóstico situacional y de análisis de la capacidad institucional es un documento que puede servir como brújula para la elaboración del plan de acción de seguridad ciudadana del municipio, por medio de un trabajo colectivo.
En la gestión local de la seguridad, un Comité Local de Prevención de la Violencia tiene  un importante rol pues cuenta con la participación conjunta del gobierno local (la alcaldía, la policía, el ministerio público y otros) y de la sociedad civil local (consejos comunitarios, iglesias, redes de jóvenes y de mujeres, representantes de grupos minoritarios, sector privado, universidades, etc.). Este grupo puede construir y validar con la comunidad un Plan Integral de Convivencia y Seguridad Ciudadana (ver algunos ejemplos de El Salvador, que con este trabajo ha logrado la reducción de la violencia en muchos municipios). El plan define programas y acciones específicas para cada eje estratégico identificado -con presupuesto, responsables y cronogramas de implementación determinados-, como por ejemplo:
I) Promover la cohesión social con capacitaciones en resolución pacífica de conflictos;
ii) Prevenir y enfrentar los factores de riesgos con campañas de desarme civil voluntario o programas de tratamiento del abuso de alcohol y drogas ilícitas;
iii) Prevenir y enfrentar la violencia de género con campañas para la denuncia de violencia contra las mujeres;
iv) Promover Espacios Urbanos Seguros con una mejor iluminación pública en lugares con altos índices de delito;
v) Fortalecer el sistema de justicia y las policías con la creación de espacios de diálogo entre la policía y las comunidades vulnerables;
vi) Enfrentar al crimen organizado con programas de atención a personas que desean salir de las organizaciones criminales;
Cabe subrayar que en cualquiera de las fases de trabajo, incluso a nivel local, el seguimiento del plan a través  de la monitorización y la evaluación de todas las acciones desde el inicio del trabajo es fundamental, ya que estas medidas funcionan como un termómetro para medir el cumplimiento de los objetivos establecidos.
Las historias de éxito son muchas en diversos países de la región. Recientemente el PNUD, junto con otras agencias de la ONU,  finalizó un ciclo de trabajo en tres municipios de Brasilregistrándose logros remarcables. Los municipios participaron en la realización de diagnósticos y diseños de planes locales orientados a prevenir y controlar la violencia, reduciendo los homicidios entre la población juvenil identificada como la más vulnerable (ver la comunidad de Vitória  contando su historia de éxito con el Programa Papo Reto).  También se ha trabajado este enfoque local en Honduras en los últimos años, dónde el PNUD ha prestado un apoyo orientado a la reducción de la violencia y la delincuencia desde las comunidades con el programa Municipios Más Seguros, parte fundamental de la Política Integral de Convivencia y Seguridad Ciudadana del país.
En vista de lo que fue argumentado y de los ejemplos exitosos destacados a lo largo del artículo,  se puede concluir que el trabajo desde el ámbito comunitario puede traer muchos beneficios (como una mayor efectividad del trabajo) y que los actores locales desempeñan un rol imprescindible, ya que complementan las acciones de los gobiernos centrales frente a las amenazas que ponen en riesgo la vida de las personas y sus posibilidades de desarrollo.