viernes, 14 de junio de 2013

Violencia de género en América Latina, más allá del 2015 | Agenda Post 2015

Foto: PNUD Perú
América Latina y el Caribe sufre niveles escalofriantes de violencia de género, principalmente bajo la forma de violencia contra las mujeres. Un estudio realizado en 12 países de la región por la Organización Panamericana de la Salud (OPS), muestra que el porcentaje de mujeres que ha sufrido violencia física o sexual por parte de un compañero íntimo va desde 17% en la República Dominicana (2007) al 53,3% en Bolivia (2003). Datos más recientes de la CEPALseñalan que República Dominicana, Colombia y Perú fueron los países de la región con mayor número de muertes de mujeres ocasionadas por sus parejas o exparejas íntimas en el año 2011: 127, 105 y 61 respectivamente.
Esta es solo la punta del iceberg, pues la discriminación que sufren las mujeres es indisociable de otros factores como la etnia, religión, estado de salud, edad, clase, orientación sexual e identidad de género. Además, la violencia de género incluye daños físicos, sexuales y psicológicos, así como amenazas, coacción y privación arbitraria de la libertad, tanto en la vida pública como en la vida privada. Incluye también femicidios o feminicidios, refiriéndose al asesinato masivo de mujeres. Todo esto tiene por consecuencia un importante subregistro de casos de violencia de género en la región.
Del 8 al 22 de abril se llevará a cabo la primera consulta regional virtual sobre igualdad de género en América Latina y el Caribe, para contribuir con la elaboración de la próxima agenda global de desarrollo de las Naciones Unidas, llamada agenda post 2015. La violencia de género es sin duda uno de los problemas que más amenazan el progreso mundial, y merece atención absoluta dentro de la agenda post 2015. La gran interrogante es saber cómo abordará esta agenda el problema de la violencia de género, y si tiene la capacidad de apoyar su erradicación en América Latina y el Caribe.
La violencia de género en América Latina y el Caribe como problema estructural
La violencia de género en América Latina y el Caribe está arraigada en relaciones estructurales de desigualdad entre mujeres y hombres, fortalecidas por normas culturales de masculinidad y feminidad que justifican el abuso y toleran la impunidad. La forma en que entendemos lo que significa ser hombre o ser mujer implica un sistema de dominación de lo masculino sobre lo femenino.
Por ejemplo, un gran número de mujeres víctimas de violencia no piden ayuda a las instituciones por razones como vergüenza, temor a represalias, y falta de recursos e información. El porcentaje de las víctimas de la región que solicitaron ayuda de algún tipo de institución es extremadamente bajo, y oscila entre 8,2% en Ecuador 2004 y 36,0% en El Salvador 2008. Peor aún, a causa de un fuerte proceso de socialización del género, un alto porcentaje de mujeres justifica que algunos hombres golpeen a sus esposas.
Las políticas públicas relativas a la violencia ocupan un lugar marginal dentro de las políticas nacionales y no son incorporadas en los planes nacionales de desarrollo. Pese a esto, al menos17 países de la región han formulado políticas y/o planes nacionales para abordar la violencia contra las mujeres. El mayor reto está en su implementación, ya que es necesario un fuerte liderazgo político y marco institucional, así como recursos para planes de prevención, atención, y manutención de los sistemas de información.
Figura 1: Porcentaje de mujeres que consideraban justificado golpear a la esposa por al menos una razón, entre las mujeres de 15 a 49 años de edad alguna vez casadas o en unión
La solución más allá del 2015
Una de las más duras críticas a los Objetivos de Desarrollo del Milenio ha sido la omisión de la violencia de género como uno de los ocho propósitos de desarrollo humano fijados en el año 2000No es posible avanzar en el desarrollo global sin tratar la violencia de género.
Un documento elaborado para el 57º periodo de sesiones de la Comisión de la Condición Jurídica y Social de la Mujer (CSW57) presenta algunas conclusiones de la sociedad civil que podrían ser útiles para reflexionar sobre violencia de género en la agenda post 2015. Entre otras recomendaciones, incluye la necesidad de mejorar el sistema de recolección de datos y evidencia sobre la violencia contra las mujeres, así como fortalecer las políticas de prevención. También observa que existen legislaciones nacionales que no siguen los lineamientos establecidos por acuerdos internacionales como la Convención de Belém do Pará y la Convención sobre la eliminación de todas las formas de discriminación contra la mujer. Finalmente, el documento reconoce el deber del Estado de garantizar acceso a la justicia, a la salud y a servicios sociales para las víctimas de todo tipo de violencia, libres de estigma y discriminación basada en género, etnia, raza, edad, orientación sexual, identidad de género o estatus socioeconómico.
La agenda post 2015 es un proceso en construcción que está abierto a la participación ciudadana. Una forma de dejar tu huella en el desarrollo mundial es participando en la primera consulta regional virtual sobre igualdad de género en América Latina y el Caribe. La discusión post 2015 es una oportunidad para construir una agenda de desarrollo que brinde seguridad, igualdad y derechos a las sociedades víctimas de la violencia de género.

[1] La violencia de género son aquellas situaciones de violencia que afectan a las personas por ser mujeres u hombres, según las diferencias adscritas socialmente entre hombres y mujeres. Afecta principalmente a mujeres y niñas, aunque hombres, niños y personas LGBT también son víctimas de la violencia de género.

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