sábado, 18 de mayo de 2013

Vigilan,espían y ahora tambien pueden reprimir,es la vida en el policiaco país del norte.

Un precedente que cambia reglas del juego respetadas desde unos dos siglos, según un texto del analista Jed Morey, publicado este martes en el rotativo Long Island Press, de Nueva York.
Según Morey, el aspecto más preocupante de la modificación de la normativa es la inclusión de un lenguaje impreciso que permite la intervención militar en caso de "disturbios civiles".
Aquí la nueva formulación tal como enunciada por el Pentagono.
"Los comandantes militares federales tienen la autoridad, en circunstancias extraordinarias de emergencia donde la autorización previa del Presidente es imposible y las autoridades locales debidamente constituidas son incapaces de controlar la situación, de participar temporalmente en las actividades necesarias para calmar disturbios civiles inesperados a gran escala.”
Bruce Afran, un abogado de libertades civiles y profesor de derecho constitucional en la Universidad de Rutgers, citado por Morey, llama la regla "una toma de poder desenfrenada por los militares," y dice: "Es muy impactante porque en realidad esto viola la presunción que el ejército está bajo control civil ".
Uno de los aspectos más inquietantes de los nuevos procedimientos que rigen el mando militar sobre el terreno en caso de disturbios civiles se refiere a la autoridad.
No sólo no se logró definir qué circunstancias serían tan graves para que la autorización del presidente sea "imposible" sino que se concede la autoridad presidencial por completo a unos funcionarios de Defensa definidos como "comandantes militares”.
"Esto no es diferente de la cláusula de los poderes de emergencia en la Constitución [del Reich alemán] Weimar. Se trata de una concesión de poder de emergencia a los militares para gobernar sobre cualquier parte del país a su discreción ".

Afran también expresa temor sobre la referida autoridad "para participar temporalmente en las actividades necesarias para sofocar disturbios a gran escala."
"Todas estas leyes (represivas) tienen una cosa en común y es que no tienen definiciones. ¿Por cuánto tiempo es temporal? No hay nada que lo diga aquí. Las definiciones son absurdamente amplias", insiste el académico.
El comentario de Morey – titulado “U.S. Military ‘Power Grab’ Goes Into Effect” (longislandpress.com) - permite darse cuenta de la lenta pero segura evolución de la “democracia” norteamericana hacia el fascismo más auténtico. El que sueñan las grandes corporaciones que orientan de verdad y más que nunca, el destino de esta nación.
La tragedia de Boston y cualquier evento violento reportado por la prensa sensacionalista norteamericana tiene como función de ofrecer al fascismo imperial más oportunidades de expandirse.

La ACLU sostiene que agentes del FBI y otros organismos del país aprovechan un vacío legal en la Ley de Privacidad de las Comunicaciones Electrónicas (ECPA) para leer correos electrónicos personales sin una orden judicial. Esta laguna jurídica permite que las agencias del Gobierno de EE.UU. espíen fácilmente correos electrónicos privados que tienen más de 180 días. 

"Si el contenido de un mensaje sin abrir se guarda durante más de seis meses, o se almacena en nombre del cliente después de que este haya sido recibido o abierto, debe aplicarse la misma regla que con los archivos de una empresa en manos de un tercero, como por ejemplo un contable o abogado", señala la organización, citando un manual del FBI. 

Según el abogado Nathan Freed Wessler, miembro de la ACLU, estos datos muestran que "la política federal relativa al acceso a los contenidos de nuestras comunicaciones electrónicas se encuentra en un estado de caos".  

"El FBI, la Oficina Ejecutiva de Fiscales de EE.UU. y la División Penal del Departamento de Justicia deben aclarar si creen que las órdenes judiciales son o no necesarias en todos los ámbitos para acceder al correo electrónico", asevera la organización en su página web.

Además, la ACLU asegura que también el Servicio de Rentas Internas aprovechó ese vacío legal para leer emails de ciudadanos del país. 

El FBI ya dio a conocer hace unos meses que su mayor prioridad para 2013 era poder vigilar en tiempo real las comunicaciones en la Red, tales como las de Gmail, Google Voice, los servicios de almacenamiento de archivos multiplataforma en la nube tipo Dropbox y los juegos en línea que incorporen la función de 'chat'. "Estos canales de comunicación se usan para conversaciones criminales", afirmó hace unos meses el jefe del Departamento Jurídico del FBI, Andrew Weissmann.  

Además, desde hace un año, este organismo pide una normativa legislativa que obligue a los proveedores de Internet a instalar en sus plataformas 'puertas traseras' en forma de codificación adicional para facilitar la intercepción y vigilancia por parte del Gobierno. 


El portal alemán de noticias tecnológicas destaca que los URLs del protocolo HTTPS enviados mediante el servicio reciben una visita discreta por parte de la sede de Microsoft en Redmond. 

Uno de los lectores del portal dijo haber notado tráfico inusual tras una conversación de texto por Skype. 

El servidor indicó un potencial ataque de replay. Resultó que la dirección IP, que señaló a Microsoft, accedió a los URLs HTTPS previamente enviados por Skype

Los expertos de 'Heise Security' reprodujeron lo denunciado enviando dos URLs de prueba de este protocolo, uno con información de 'login' y otro señalando un servicio privado de comportamiento de archivos basado en la tecnología de nube. Unas horas después vieron lo siguiente en los registros de su servidor: 

65.52.100.214 - - [30/Apr/2013:19:28:32 +0200] 
"HEAD /.../login.html?user=tbtest&password=geheim HTTP/1.1" 

Ambos URLs con información confidencial fueron visitados desde la dirección IP registrada como sede de Microsoft en Redmond. 

Al ser contactado, el portavoz de la empresa Skype confirmó que sí se escrutan los mensajes para filtrar páginas sospechosas de 'spam' y 'phishing'. 

Sin embargo, 'Heise Security' pone en duda esta explicación, ya que las páginas HTTPS no suelen contener este tipo de datos malignos. 

Es más, Skype no toca los URLs de protocolo HTTP, que son frecuentemente afectados por 'spam' y 'phishing'. 

En enero pasado grupos civiles enviaron una carta abierta a Microsoft cuestionando la seguridad de las comunicaciones tras su adquisición de Skype en 2011. Los autores de la misiva temían que la restructuración de la compañía la hiciera estar sujeta a las leyes estadounidenses sobre seguridad informática, que dan acceso al Gobierno y agencias de seguridad a datos privados.






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