Desechos espaciales
Pablo Germán Zalazar
El 11 de mayo re ingresó de forma “no controlada” a la atmósfera la primera etapa del cohete Larga Marcha 5B, desde 1991 que un artefacto de gran porte surcaba los cielos desde el espacio; sus dimensiones de 31 metros de longitud, 5 metros de diámetro y un peso de 20 toneladas. Si bien no registró daño alguno, si fue peligrosa la maniobra.
Pero, no todos los artefactos se desintegran en la atmósfera, por lo que se debe planear dónde impactará; lo usual es que caiga en áreas deshabitadas como la zona sur del océano Pacífico, poco ecológico se convirtió en un cementerio espacial.
La ESA proyecta que se realicen re entradas semi asistidas hasta ponerlas en curso a un punto de caída seguro, cuando la atmósfera no la desintegre.Los sistemas eléctricos son viables hasta naves de porte mediano pero de mayor peso necesitan propulsión química; en el caso del cohete chino es “criogénica” (hidrógeno y oxígeno líquidos).
Y como ejemplo del daño que provocan los desechos espaciales ponemos al Hubble de ejemplo que en sus 30 años en órbita presenta minúsculos cráteres en su cuerpo, como en los estudiados en sus pantallas solares que ya fueron dos veces sustituidas y presentaron elementos como aluminio, oxígeno que son producto de actividad tecnológica a diferencia de hierro o níquel que se consideran naturales por ser composición de meteoritos.
Fuentes:
https://noticiasdelaciencia.com/art/37879/la-impactante-vida-de-hubble-rodeado-de-basura-espacial
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